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La industria del fitness

  • sangresudoryhierro
  • 2 may 2019
  • 3 Min. de lectura

La preocupación por la apariencia física sigue creciendo en nuestra sociedad. El bombardeo de información y de estereotipos a los que nos vemos sometidos es constante, está en todas partes. Y eso no hace más que acrecentar las inseguridades de aquellos que no están conformes con su reflejo en el espejo. Las clínicas de belleza y de operaciones plásticas no dejan de crecer, el número de gimnasios en las ciudades se ha multiplicado en los últimos años…y claro, la industria de la suplementación no iba a ser menos. Está en su época dorada, montados en el dólar.


Seamos justos. La suplementación deportiva es muy útil si se sabe utilizar con cabeza, y siempre como complemento a una actividad física individualizada, una buena alimentación variada y equilibrada, un buen descanso, y no menos importante, una buena salud mental. Estas cuatro son las verdaderas patas de la mesa. Si después de tener controlado todo esto utilizamos de forma adecuada la suplementación oportuna, sustentada por la innegable evidencia científica, estaremos cubriendo el pack completo.


Pero esto no suele ser lo habitual. Las personas empiezan por el final, por suplementarse sin tener ni idea el por qué ni el para qué, simplemente cegados por una publicidad engañosa que vende productos milagros. Productos que supuestamente ya hacen la faena difícil por ti: quemagrasas, productos détox, productos de salud intestinal…vamos, todo aquello que casi te hace estar fuerte desde el sofá de casa.


¿Cómo funciona esta industria? Creando necesidades. Necesidades escondidas en botes de colores, bien llamativos, que atraen a aquellas personas que o bien por desconocimiento o bien impulsados por sus inseguridades acaban gastándose cantidades ingentes de dinero en productos basura, cuyo única función es vaciar nuestros bolsillos. A su vez, estas empresas se hacen de oro a costa de engañar a la gente, y lo hacen sin escrúpulos y sin miramientos. Además, utilizan como reclamo a atletas cuyos cuerpos están fuera del alcance de cualquier persona de a pie. Atletas que, mintiendo deliberadamente, se prestan a agrandar sus bolsillos a costa de poner su cara en anuncios basura.


¿Cómo podemos evitar caer en esta trampa? Yendo un paso por delante, y eso se consigue estando informado. Primero, recurriendo a expertos en la materia que ya han abierto camino con auténticas biblias del entrenamiento, la nutrición y suplementación. Segundo, mediante la experiencia autodidacta: hay que contrastar información y no guiarnos por anuncios que proponen cambios físicos milagro. Y tercero, y no menos importante, ponernos en manos de un buen preparador. Cuando enfermamos, vamos al médico. Cuando se nos avería el coche, vamos al taller. Si queremos cambios en nuestro estilo de vida, debemos ponernos en manos de un profesional de la materia para que nos guie y aconseje.


La industria del fitness vive de las necesidades de las personas, sin ética alguna. De sus inseguridades, de sus complejos. De su dinero. No todo es malo, por supuesto. Hay grandes productos que nos ayudan a ser mejores atletas. Pero no debemos dejarnos engañar. Hay que estar prevenidos, y eso se consigue con conocimiento. Seguirán ganando millones, pero desde Sangre, Sudor y Hierro os aportaremos las herramientas para que elijáis con cabeza.


Aquí os facilitamos las cuentas de Instagram de expertos divulgadores de gran contenido, a los que no nos cansaremos de hacer buena publicidad!



...y muchos más que iremos añadiendo!! No dudéis y echadles un vistazo en su perfil!

 
 
 

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